L’Auditori, de Rafael Moneo, es uno de sus proyectos más significativos, que se encuentra cerca de la Plaza de las Glorias, en el corazón de la renovación urbana de Barcelona, España. Completado en 1999, L’Auditori ha llegado a ser el centro de la música en la ciudad de Barcelona, está destinado tanto a la celebración de conciertos musicales como a la enseñanza y difusión del conocimiento de la música, (albergando óperas, sinfonías clásicas, contemporáneas y compilaciones).
L’Auditori de Moneo es un puente entre la infraestructura y la cultura. El acero corten que envuelve al edificio evoca una estética valiente que se yuxtapone a una estética más elegante de los interiores alineados. Este proyecto es inherente a la diferenciación entre lo elegante y lo industrial, lo que puede ser entendido como una contextualización localizada dentro del tejido urbano de Barcelona.
Como con la mayoría de auditorios de música, la acústica fue la principal prioridad durante el proceso del diseño, así como en las representaciones. Sin embargo, L’Auditori le da un enfoque holístico, acustica estudiada dentro del proyecto por el ingeniero especializado Higini Arau.
La fachada exterior del edificio se lee como una masa sólida a fin de evitar cualquier sonido de la calles de Barcelona dentro de los espacios del auditorio. En el volumen compacto, todas las superficies están cubiertas con un sistema de corcho de arce cubierto para evitar que se forme cualquier ruido no deseado. El interior de arce le entrega a los espacios de los edificios un tono amarillento, aparte de absorver cualquier sonido. Aún cuando el espacio del vestíbulo principal está lleno de gente en los entreactos o reuniones especiales, hay un ensordecedor silencio que abruma al visitante en una experiencia casi claustrofóbica y aislada.
El diseño general de L’Auditori es bastante simple; juega con el tema recurrente de Moneo: la compacidad en donde el exterior y el interior está desprovista de cualquier relación, aparte del hecho de que la fachada exterior envuelva el interior de espacios libremente diseñados. El edificio tiene un perfil que se ajusta a una proporción 2:1 que ayuda a la armonización de la acústica en su interior. El volumen largo y estrecho se subdivide en dos volúmenes diferentes que están separados por un atrio exterior. El mayor volumen contiene el auditorio principal, así como un gran hall de recepción que da a una de las calles más concurridas de Barcelona, la Avenida Meridiana. El menor volumen cuenta con dos auditorios que se utilizan para eventos de menor envergadura.
El exterior de L’Auditori emplea una red estructural de un sistema de hormigón reforzado con incrustaciones de acero corten. El patrón estriado de este acero le presta la lectura de un sistema ininterrumpido a la lectura horizontal del edificio. El peso del acero corten y del hormigón evocan una inamovible presencia dentro del edificio.
A pesar de la aparición masiva de edificios, hay una ruptura en el volumen que transforma este exterior alto y opaco, en un volumen luminoso y amplio. La ubicación de los atrios centrales dentro del volumen divide a los dos auditorios más pequeños de la sala más grande y se crea un vacío a través del volumen que proporciona luz a la planta baja, así como la definición de un espacio intersticial, donde los visitantes se ven obligados a navegar en la medida en que entran a los auditorios. La luz de 30 metros de altura, llamada “la linterna” rompe la estricta geometría del volumen y materialidad del edificio, de tal manera que se comienza a fluctuar entre lo abierto / cerrado, masa / aire, y la oscuridad / luz.
Dentro de los auditorios, Moneo sigue utilizando el arce en la totalidad del espacio. Aquí el arce no sólo tiene una absorción de sonido de buena calidad, sino que también crea nuevas condiciones atmosféricas en el auditorio. La forma en que la luz se refleja fuera del arce crea un aura brillante que hace que la nube de la percepción y los sentidos de los visitantes se agudice para mejorar sus sentidos de audición.
Si hay algo que puede ser extraído de la experiencia de L’Auditori, es la atención a los detalles, tanto de manera física como sensorial. L’Auditori es un testimonio de un marco teórico de Moneo, de tal manera que el edificio está en un estado de equilibrio de la compacidad y la libertad, entre lo abierto y lo cerrado, y entre la oscuridad y la luz. A través de estas yuxtaposiciones se crea la arquitectura.
No hace mucho, L’Auditori apareció en el cortometraje “The Third & the Seventh”.